Hoy, 21 de marzo, con motivo del día internacional contra el racismo, el Consejo de Europa publica un vídeo en el que expresa su preocupación por el extremismo que recorre Europa y, sobre todo, el impacto que la situación migratoria, la crisis humanitaria, está teniendo en las relaciones comunitarias.
«Nuestras sociedades se construyen sobre la democracia y la humanidad y no debemos olvidar estos principios en estos días de presión» -traducción propia-. Se condena el discurso del odio y señala la importancia que los líderes políticos, religiosos y comunitarios tienen a la hora de evitar ese discurso, pero también de actuar, de no permanecer pasivos, en sus declaraciones públicas. Y de este modo, recuerda la labor de los medios de comunicación o recomienda que no se subvencione o se apoye en modo alguno a los partidos políticos que utilizan activamente el discurso del odio y la criminalización, respetando siempre la libertad de expresión.
El Secretario General del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland, dice que las medidas contra el discurso del odio han de ser fundamentadas, proporcionales, no discriminatorias y no se deben usar para limitar las libertades de expresión y de asamblea. Sin duda, se nos ocurre que esos criterios han de aplicarse como norma general a cualquier medida que pueda limitar, condicionar e, incluso, conculcar el ejercicio de cualquier derecho humano.
-x-
El Consejo de Europa es una organización internacional al margen de la Unión Europea. Con 47 Estados miembros -entre ellos Turquía- ha dedicado grandes esfuerzos, con mayor o menor éxito, en la protección de los derechos humanos y la democracia. A la misma pertenece ECRI, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia.
-x-
Susana Rodera Ranz Una aproximación crítica a nuestros derechos 